Las mordazas sexuales son uno de los accesorios más intensos del universo BDSM. También conocidas como gags, limitan la capacidad de hablar y permiten que todo el juego se exprese a través de gestos, gemidos y miradas. Ya sea que busques mordazas de bola, de anillo, tipo bozal o con dildo, en Picarones encontrarás modelos para todos los gustos, niveles de experiencia y fantasías.
El silencio nunca fue tan excitante. Al impedir el habla, la persona sumisa entrega el control y despierta sensaciones más profundas: cada roce, cada susurro y cada caricia se sienten amplificados. Además, estas mordazas son discretas y fáciles de combinar con esposas, cuerdas bondage, látigos o máscaras eróticas para montar sesiones de dominación inolvidables.
La más clásica y versátil. Una bola, generalmente de silicona o cuero, se coloca entre los dientes y se asegura con una correa ajustable detrás de la cabeza. Permite gemidos apagados, pero bloquea el habla. Perfecta para principiantes y para juegos de dominación suaves o intensos.
Una variante de la mordaza de bola que incorpora pequeños agujeros en la esfera. Permite respirar mejor, ideal para sesiones largas o para quienes se inician en el BDSM. La bola de silicona ventilada asegura comodidad sin perder la esencia del juego.
Sustituye la bola por un anillo hueco que mantiene la boca abierta. Favorece la exposición y entrega total, ideal para quienes buscan un rol sumiso más extremo. Permite algo de comunicación, pero limita totalmente la capacidad de hablar con claridad.
Inspirada en bozales de animales, da un look salvaje y provocador. Perfecta para pet play, fetiches de dominación y sesiones roleplay donde la estética es tan importante como la funcionalidad.
Similar a las usadas en equitación, con una barra que se coloca entre los dientes. Permite morder y mantener la boca abierta sin dolor excesivo. Ideal para quienes buscan un control más físico y sesiones más prolongadas.
Para roles BDSM avanzados. Permite penetración oral mientras se está amordazado, añadiendo intensidad y morbo extremo. Requiere confianza y comunicación previa entre las partes.
Incorporan motores para estimulación adicional mientras se mantiene el silencio. Perfectas para quienes buscan placer simultáneo y sorpresa, combinando sumisión con excitación máxima.
Intensifica la entrega: al no poder hablar, los gemidos y gestos toman protagonismo.
Fomenta el juego de roles: domina o sométete en dinámicas de poder excitantes.
Amplifica los sentidos: cada roce, caricia y susurro se sienten más intensos.
Seguridad y comodidad: modelos con correas ajustables, bolas suaves y ventilación.
Discreción: fáciles de guardar y transportar.
Nivel de experiencia: principiantes pueden empezar con bolas suaves y ventiladas; avanzados pueden optar por dildos o vibradoras.
Material: silicona médica, cuero vegano o metal resistente. Evita plásticos baratos con sabor desagradable.
Tamaño y ajuste: el diámetro de la bola estándar es de 3 cm, pero existen sets de entrenamiento con varias medidas.
Seguridad: acuerda siempre una señal no verbal para detener la sesión si es necesario.
Diseño: discreto, provocador o extremo, según tus fantasías.
Nunca uses una mordaza si hay dificultades para respirar.
Limpia antes y después con agua tibia y limpiador de juguetes sexuales.
Evita sesiones prolongadas (10-20 minutos para principiantes).
Mantén la cabeza ligeramente inclinada para evitar atragantamientos.
Combina con otros accesorios: vendas, esposas, collares o cuerdas bondage.
Es un accesorio BDSM que impide hablar al colocar una bola u objeto entre los dientes, asegurada con correas. Perfecta para juegos de sumisión y dominación.
Si se elige el tamaño y material adecuados, la mordaza es cómoda. Con práctica, la mandíbula se adapta y se puede disfrutar sin molestias.
Para intensificar la sumisión, limitar la comunicación verbal y aumentar la excitación a través del silencio y la entrega.
La bola impide hablar parcialmente, la barra permite morder y controlar la mandíbula de forma diferente, ideal para sesiones largas.
Con agua tibia y jabón neutro o limpiador de juguetes. Evita materiales porosos que acumulen bacterias.
Sí, con cuerdas, vendas, esposas, látigos o collares, potenciando la estética y la intensidad del juego.
Sí, busca bolas pequeñas, suaves y con ventilación. Permiten iniciarse sin riesgos y aprender dinámicas de control y sumisión.
No se recomienda prolongar su uso más de 20-30 minutos, especialmente al inicio, para evitar molestias y riesgo de asfixia.
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